Los hombres sentirán que sus carnes se debaten entre la quemazón y la pura rabia y perseguirán sin tregua los bordes de la tierra y del abismo. Desmenuzarán su piel esperando ver algo. Pero siempre, siempre, seguirán adelante, caminando hacia el terrible y hermoso mar que los aguarda intacto, lleno de la mierda negra que será el colofón de sus vidas.
Los hombres no pensarán en nada, sólo andarán, y andarán hasta llegar al acantilado, el puerto o a la playa. Y se arrojarán al mar, a ese pozo que tras lamerlos por los cuatro costados, los llenará de furor y corriente alterna. Y allí destrozarán su vaivén, camino de la locura y de la ultima salida de flujos corporales. Será mejor que la horca, la heroína o una puta.
Y entonces las mujeres se quedarán muy solas y sabrán qué hacer con su patito de goma.
JOAN RIPOLLÉS IRANZO
Hola; una alerta de Google me ha traído aquí. Me enorgullecería, pero no, ese texto es de Johnny Laputta, AKA Joan Ripollés Iranzo.
ResponderEliminarjoanripollesiranzo.blogspot.com
Saludos!
Perdona el retraso en contestarte...y más aún el error que subsano de inmediato. Como vés puse al autor en interrogación porque tenía mis dudas, que agradezco ya estén aclararas. Muchas gracias
ResponderEliminarPor cierto, Johnny, no te engaño si digo admiro tu prosa, por lo menos lo poco que he leído me ha gustado de verdad.
Un abrazo!!