domingo, 5 de diciembre de 2010

- POR UN PUÑADO DE CITAS

"QUIZÁ A TODO LO QUE PODAMOS ASPIRAR EN ESTA VIDA SEA A LLEGAR AL FINAL CON LOS REPROCHES CORRECTOS"
(Arthur Miller)

"No quiero que me describan con exactitud, quiero que me alaben. A quienes cantamos para pagarnos la cena, nos desagrada ser descritos fielmente, en cualquier caso no en papel impreso. Hemos de vender entradas, necesitamos buenas críticas. Durante treinta años me ha preguntado como concilio una cosa y la otra: la verdadera respuesta es que no lo hago. Todo en mi es una contradicción, como lo es para todo el mundo. Estamos hechos de puestos; vivimos entre dos polos. Hay un filisteo y un esteta en cada uno de nosotros, y un asesino y un santo. No se reconcilia esos polos opuestos, simplemente se les reconoce".
(Orson Welles, 1967)

"Los discos que yo escuchaba y toda vía amo; ya no se pueden hacer discos que suenen así. Brian Wilson hizo esos discos en cuatro pistas, pero actualmente ni con cien pistas podrías hacer discos como aquellos. A todos nos gustan los discos que se escuchan en un tocadíscos, pero seamos realistas, esos tiempos se han acabado. Lo haces lo mejor que puedes, luchas contra esa tecnología de muchos modos, pero no conozco a nadie que haya grabado un disco que suene decente en los ultimos veinte años, de verdad. Escuchas los discos de ahora y suena atroces, sonido por tosas partes. No hay definición, no hay voz, no hay nada, es como ruido estático. Seguro que las canciones sonaban mucho mejor en el estudio cuando las grabamos. Los CDs son pequeños. No tienen estatura. Recuerdo cuando apareció el tipo de Napster y la gente decía que pillaba la música gratis. Bueno, ¿por qué no? De hecho, no tiene ningún valor.
(Bob Dylan)


"Tengo el ambiente de Jamaica, soy el Dios negro de la música y no creas que me siento un exiliado. Fue plan de Dios que abandonara Jamaica porque allí hay muchas ratas y yo soy alérgico a las ratas... Cuando era joven siempre amé a Dios, traté de imitar su ejemplo. Cuando nací ya imitaba a Dios, porque Dios es negro. Y si no me crees mira su sombra. Es negra... Así que Diós es negro y el reggae soy yo"
(Lee "Scratch" Perry, 2010)

domingo, 15 de agosto de 2010

MI VIDA TUMBADO. (consejos de hamaca en formato blues)



¿Porqué no te relajas?... Haz como yo.

He discutido con el presidente

he dormido con la Marylim

he viajado en globo (¿o tal vez era un zeppelin?)

y he conquistado Cartago.

He domado tigres

he atracado bancos

he bebido veneno

y a "Sugar" Ray le aguanté doce asaltos.

He visto al Unicorneo

me he tirado por las cataratas

y durante todo este tiempo, créeme...

no he movido mi trasero un palmo de aquí.

J. M. Leiro

miércoles, 30 de junio de 2010

VIVIR CON DIGNIDAD


- Solo quiero vivir con dignidad.

.- ¿Y qué valor tiene éso?

- Nada, para la mayoría de la gente de hoy día. Pero para mí, mucho.

.- ¿Sabes que se lleva a la tumba un hombre pobre cuando muere?... El ropaje del orgullo. Y no le sirvió de mucho, ni vivo, ni muerto...

- Yo solo sé que lo único que quiero es vivir y morir honradamente.



diálogo entre Joel McCrea y Randolph Scott

en "Ride the high country" (Sam Peckinpah, 1962)

jueves, 10 de junio de 2010

EL VERANO MATA TAMBIEN


Se acerca la calidez
el solsticio de verano
las fogatas de San Juan
(que arden más que
las de San Pedro)
Tiempo de embrujos
de viejos fantasmas
Es tiempo de lecer
de crecer el millo
Espabila la flor de cáñamo
Los cerezos sangran
y la grasa de la sardina
moja la miga del pan

Los sueños son más cortos
los días más largos
Se abarrotan las playas
los parques
las terrazas
(... y los gimnasios)
La autoestima renace
de su letargo invernal
Hora de pasear los cuerpos serranos
la labor del cirujano plástico

Tiempo de dietas
de pasar revista
Todo está hermoso en verano
más exhuverante
más apetecible
Tu vecina parece más cachonda
grácias al verano
Todo es más alegre y hormonal
Que bien suena la canción del verano
Que bien sienta la última moda
¡Como mola quemarse los huevos!
¡¡Qué alegría de vivir, señores!!...


(Sigo contando los veranos que me quedan de vida
¿Cúantos más podré aguantar?
No sólo sudan los agraciados
también sudamos los inadaptados
los alérgicos y solitarios
Ya sé, ya sé
pensáis que soy un bicho raro
un pésimo ciudadano
Pero es que a mí el verano... Me mata.)

(J. M. LEIRO; Akí Gary Tormento)

domingo, 18 de abril de 2010

UNA NOTA DE SUICIDIO


"No más juegos. No más bombas. No más paseos. No más juergas. No más baños. 67. Diecisiete más de 50. Diecisiete más de lo que quería o necesitaba. Aburrido. Siempre estoy cabreado. Se acabó la diversión, para todo el mundo. 67. Te estás volviendo avaricioso. Actúa según tu edad. Relájate. Esto no va a doler"


HUNTER S. THOMPSON (1937 - 2005)

jueves, 25 de febrero de 2010

DE OPIÓMANOS Y SOÑADORES.


El hombre actual es hiperactivo, escéptico y prosaico, cuando no un fracasado. El desarrollo, la competitividad y el tecnicismo han creado a nuestro alrededor un estándar de valores donde sin duda prima lo pragmático. Las religiones y los mitos caen vertiginosamente en el olvido, son sólo el recuerdo de algo inútil que embriagó durante siglos de penumbra nestras mentes. Y las leyendas, las religiones y los sueños siguen caminos paralelos.
Quizás por ello, las drogas sean hoy para la mayoría un símbolo de muerte, un quehacer improductivo. Pero no siempre fue así. Hubo un tiempo en que el sutil veneno contribuyó a enaltecer el arte de algunos visionarios que plasmaron sus delirios al papel sembrando el germen de cuantos movimientos de vanguardia han existido.
Pero no adelantemos acontecimientos. Situémonos en el siglo XVIII, cuando en toda Europa el sueño de la razón degeneraba por primera vez en monstruos. El raciocinio se tornó de nuevo irraciocinio y los románticos, amantes de lo oscuro, potenciaron con láudano los límites de su percepción. En Alemania Hoffman analizaba el cerebro subconsciente en Los elixires del Diablo, en Ginebra los Shelley, Byron y el malhadado Polidori galvanizaban a Frankenstein por un sueño de opio y en Inglaterra Thomas de Quincey describía con minucia empírica los efectos de esa droga en las Confesiones de un ingles comedor de opio y Suspiria de Profundis, dos libros que adelantaron casi un siglo las tesis surrealistas. Visiones apocalípticas, exotismo, experiencias ultrasensoriales, onirismo, infiernos de placer... Ya todo era lícito: había nacido el nuevo soñador, fruto de cenizas calcinadas y vientos corrompidos, hijo del esplín e el desencanto, disidente, outsider y maldito. Baudelaire, inspirado por De Quincey, gritaba enaltecido por la droga al mundo: Para no ser mártires del tiempo, para no sentir el peso horrible de la vida, tenéis que embriagaros sin cesar. ¿De qué? De vino, de poesía o de virtud, como queráis, pero embriagaros. Y proponía como revulsivo a lo prosaico cualquier lugar fuera del mundo. Las Flores del mal abrieron el camino. Luego el arte explosionó. Las iluminaciones de Rimbaud y de Verlaine, los delirios de Nerval, las extravagancias de Gautier, fueron, en parte, fruto de la absenta y del hachís. No importaban ya los medios, sino el resultado, la búsqueda del arte por el arte que propugnaron luego los esteticistas.
Hasta que al finalizar el siglo XIX J. K. Huysmans se atrevió a rizar aún más el rizo con la publicación de su novela Al revés. El protagonista Des Esseintes, desengañado de todos y de todo, frustrado por el tedio, abatido por la pipocondría y el esplín, decide recluirse en un caserón a las afueras de París para contruir un paraíso donde lo ilusorio supere a lo real y el artificio aplaque la sed de los sentidos, un paraíso de flores carnívoras y exóticas, de drogas numinosas y cuadros lúgubres, de gemas, libros y esencias exquisitas, un paraíso, en suma, donde el artista supla la realidad por el ensueño para sublimar en él su arte.
La obra comenzaba con una cita que auguraba ya su contenido: Es preciso que yo me divierta por encima del tiempo aunque el mundo sienta el horror de mi regocijo y su grosería no sepa lo que quiero decir. Nacía así el decadentismo, la corriente literaria que mejor condensó el desarraigo finisecular. Pero el artista se estaba consumiendo, había descendido a los infiernos y descrito lo inefable, pagando su osadía con la alienación. Así lo veía también Oscar Wilde en El retrato de Dorian Gray, influenciado a su vez por Huysmans.
La droga había abierto el tercer ojo del poeta permitiéndole expresar una realidad antes oculta. Pero, al igual que del sueño de la razón, también de ella habriían de nacer cientos de monstruos. Ahora todo es caos, prosaísmo, confusión: las máquinas nos suplen: la competencia nos degrada: el siglo XX sueña en blanco y negro.


VICENTE MUÑOZ ÁLVAREZ

-EL VIGILANTE

"Hay que vigilar sin descanso a nuestros políticos (...). Tomas Jefferson dijo que el precio a pagar por la libertad es la vigilancia eterna y constante. Y tenía razón. Uno no puede apartar la vista ni por un segundo de las personas que dicen que nos representan. Estamos cansados de ver cómo los políticos abusan de nuestra confianza y de su poder".

MEL GIBSON

lunes, 22 de febrero de 2010

-EL PILOTO DE CAZA

"Nos tumbamos inocentemente unos minutos en la oscuridad, bajo las palmeras, y de pronto alguien me sacudió y enfocó una luz a mis ojos: era el sol de la mañana".
JAMES SALTER (Nueva York, 1925)