sábado, 1 de septiembre de 2012

CARTA AL FUEGO

Antes de calcinarme...
El suelo que un día fue arena, barro y lodo; sin cercas, ni lindes, ni alambre de espino... Es hoy el páramo que transito. Un lupanar de falsas esperanzas. Un retén de sueños que no merecemos. Un bucle de errores compartidos. Espeluznante fervor. El corto trecho hacia la noche triste. Adornado de llantos fluorescentes. De aromas corrompidos. Folklore de palabras, del ayer que siempre han sido. Verdades de ombligo. Defecadas hoy por la boca, directas al limbo del olvido. Reposan los corderos esperando el toque a degüello. Ríen su destino cantándole al viento cantigas de amigo. Maman del miedo, innato en el bípedo. Sin cavernas ni bosques que protejan su mito. Esta es la tierra que piso. Mi Diós se enfurece. Tú Diós se complace. Confundido en su verdad el que quiso ser poeta yace en su dolor, enfurecido y marchito. El Impostor. Escupiendo dolor sin brío. Antes de calcinarme... expiro.

J.M. Leiro